1 may 2011

Historias de un burdel

La primera vez que Noemí Muñoz  entró en una casa de citas se sorprendió de que algunas mujeres se aplicaran hielo en los genitales o se quedaran boca arriba durante un tiempo después de que el cliente abandonaba la habitación para evitar el embarazo. En los cinco años que esta trabajadora social lleva visitando burdeles ha conocido historias de otro mundo, el de la prostitución, pero hoy se sigue sorprendiendo de la desinformación que existe entre las mujeres que la ejercen en Andalucía. El anticonceptivo más extendido entre las rumanas es el aborto y algunas subsaharianas cuentan recetas imposibles exportadas de sus países. A veces, es lo único que traen: un puñado de mitos y nada más que su cuerpo para poder sobrevivir en un país extraño y alimentar a su familia de origen. Son historias de burdel que nadie contará en las tribunas políticas en el debate abierto para regular este sector(...)
OJOS QUE NO VEN
Alejandro Balbontin
Arte balbontin- Pinturas mujeres  


 Pero no todas optan por ese camino. “Sólo escuchamos y las llevamos hacia el recurso que demandan: a veces es un ginecólogo y otras, un psicólogo”, añade la trabajadora social. Muchas de las que acaban en estas consultas son mujeres que ejercen en contra de su voluntad porque creen que no tienen otra salida  o que practican sexo sin preservativo porque así lo exige el cliente que, a cambio, paga más por el servicio.  “La mayoría quiere dejarlo, pero no todas pueden, a veces lo que no existe es un apoyo familiar fuerte para que den ese paso, por eso cuando se trata de españolas es más fácil”,    
explica Noemí, que también visita casas de citas de 
jóvenes universitarias españolas que buscan en la 
prostitución una vía para conseguir dinero rápido, “que no fácil”(...)


1 comentario:

  1. ¿De verdad quieres conocer este tema? ¿Estás dispuesta a afrontar tus prejuicios?

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